Una mala decisión al contratar personal puede ocasionar grandes costos para la empresa. Ya sea por una mala investigación de antecedentes laborales, o la prisa por cubrir una vacante, las consecuencias de una mala contratación pueden afectar a la rentabilidad de cualquier organización.
Son muchos los factores que inciden en que un empleado sea el correcto para un cargo específico y tanto el área de recurso humanos interna como una agencia de reclutamiento deben tener cuidado de que todas las piezas encajen antes de hacer una contratación.
¿Por qué se cometen errores?
Las causas más comunes de errores al contratar a personal son:
- Tener prisa por cubrir una vacante
Cuando es poco el tiempo que se da al reclutador para hacer la convocatoria, citar prospectos, realizar las entrevistas e investigar antecedentes es más probable que todo este proceso se realice bajo presión y se pasen por alto aspectos importantes en la selección.
Es menos costoso tomarse un par de semanas más, que apresurarse y cometer un error.
- No definir bien el puesto y el candidato idóneo para cubrirlo
Este es un error que usualmente comete el ejecutivo que está solicitando que se cubra el puesto, y no tanto el reclutador.
Si no define el tipo de persona que necesita, desde sus conocimientos hasta su personalidad, será difícil que el reclutador sepa qué está buscando.
- Contar con pocos candidatos
Si la convocatoria se lanza en los medios equivocados, lo más probable es que se presenten pocos aspirantes o estos no sean los idóneos.
Elabora un perfil del tipo de candidatos que necesitas y publica tu vacante en los medios donde es más probable que los encuentres.
- No describir correctamente a la organización y su cultura
Cada empresa tiene sus propios valores, dinámicas laborales y ambiente, y si no los describes correctamente es probable que atraigas a candidatos cuyas características personales y estilos de trabajo no encajen con la organización.
- No describir de manera atractiva a la empresa
Ante la escasez de talento, es importante que la organización cuente con un ambiente laboral agradable y que ofrezca un paquete de beneficios atractivo, pero también lo es que sepa comunicar cómo es trabajar ahí y qué dicen sus empleados actuales al respecto.
Los mejores profesionales valoran su talento y sus capacidades y saben que pueden aspirar a lo mejor; ofréceles una empresa que los apoya a alcanzar el crecimiento que desean.
Costos evitables
Cuando te preguntas cuánto cuesta despedir a un empleado, la respuesta va más allá de lo económico.
Equivocarse en la selección de un candidato, no solo afectará a la empresa en la erogación de gastos de capacitación e indemnización; también impactará al ambiente laboral al contagiar malas actitudes y emociones negativas al resto del personal, teniendo un impacto en la productividad general.
La indemnización de empleados representa un costo alto para las empresas, pues debe incluir tres meses de su salario y 12 días por año laborado, más las partes correspondientes a beneficios como aguinaldo, prima vacacional y vacaciones y otras prestaciones generadas.
Además, si se llegara a considerar despido injustificado, el empleado tiene derecho a renunciar a esa indemnización y a entablar un juicio laboral para exigir que se le reinstale en su puesto, con los costos adicionales del pago de salarios caídos y beneficios, así como reconocimiento de antigüedad y ascensos por escalafón, durante el periodo que dure el litigio.
Si pasadas unas semanas te das cuenta de que un empleado no es el adecuado para el puesto, será mejor que cortes por lo sano y enfrentes el gasto de una indemnización a que permitas que genere antigüedad y su ineficiencia afecte al ambiente laboral.
Iniciar de nuevo el proceso de contratación y la posterior capacitación del candidato seleccionado siempre será mejor para la productividad general de la empresa.
Cualquiera que sea el giro de tu empresa o el nivel o función del puesto, lo que debes buscar en un empleado nuevo va más allá de su preparación y conocimientos.
Enfócate en buscar a una persona cuya actitud y valores coincidan con la cultura organizacional de la empresa y la dinámica de trabajo de la misma.
De nada te servirá un candidato con las mejores credenciales escolares si no sabe trabajar en equipo, no tiene habilidades de comunicación o no es proactivo y creativo para encontrar soluciones a problemas cotidianos.
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